Para la central esta medida “no se justifica técnica ni económicamente”, sino que forma parte de una estrategia que contradice las prioridades del gobierno de Lula da Silva y las demandas históricas del movimiento sindical.
El espacio hizo un llamado a la opinión pública a rechazar cualquier forma de estigmatización y a construir un debate político respetuoso y basado en hechos.