La organización surge de la necesidad de consolidar un espacio de articulación de fuerzas, de incidencia política, de lucha contra la precarización laboral y la defensa de los Derechos Humanos.
El espacio gremial expone como principales consecuencias: la pérdida de puestos de trabajo docentes y no docentes y el empeoramiento de las condiciones de estudio y trabajo.
El comunicado también explica que el convenio firmado no tiene garantías laborales y prevé la posibilidad de que los costes de adaptación a la cultura y al idioma corran por cuenta del propio trabajador.