Pedro Americo, director de la oficina de OIT en México y Cuba, en exclusiva con Latam Gremial, habló sobre logros y desafíos que viene encarando su espacio desde el inicio de la pandemia; la ratificación del convenio 189 sobre los trabajadoras y trabajadores domésticos; la Reforma Laboral, que denominó 4.0 porque busca formalizar el trabajo en un contexto de grandes cambios y nuevas concepciones en los principales sectores que generan empleo en México; y la campaña contra el Trabajo Infantil que lidera con la Secretaria de Trabajo.
¿Cuáles son los avances y propuestas entorno al “Trabajo Decente” que promueven desde OIT México?
Lo más importante es la reforma laboral que está ahora en marcha. Esa reforma presupone eficientizar los procesos de justicia laboral y robustecer los procesos de libertad y democracia sindicales, eso sería un gran disparador para generar garantías que formalizarían el mundo del trabajo. No es menor, que se ratificó el año pasado el convenio 189 para los trabajadores domésticos y entra en vigor este año.
Todos estos elementos, la reforma laboral y el convenio 189, sin dejar de lado que México ratificó el Convenio 98 sobre libertad Sindical, van a fortalecer la formalización en el trabajo que queremos acompañar. Se esta abriendo la puerta para que México ocupe su lugar de manera contemporánea con una Reforma Laboral, que yo tomaría la osadía de llamar la reforma laboral 4.0.
También tenemos otras acciones que estamos viendo con nuestros constituyentes acá en México. El tema migratorio es muy importante en conjunto con agencias de Naciones Unidas como ACNUR y la OIM, la OIT dentro de su trayectoria en el tema de la migración laboral está colaborando en ese nivel para una política mexicana coordinada con los países de la frontera del norte y ahí tenemos una acción muy fuerte en esa área.
Por otro lado, cómo fortalecer cooperativas, cómo fortalecer economías sociales solidarias, lo cual es una manera para armar todo un entorno para esa formalización. También de grupo, de las pymes de trabajadores jornaleros agrícolas que es un tema que también queremos fortalecer para que ellos puedan disfrutar de mecanismos de protección social. Esa es otra área que estamos trabajando, la protección social con el instituto mexicano.
Hay un tema no menos relevante, que con la covid quedo clarísimo, y es la importancia de la salud y seguridad en los lugares del trabajo. La pandemia puso en relieve la salud y la integridad física en el lugar de trabajo, ahí estamos no solo con los protocolos de regreso seguro, trato de establecer una cultura de protección en cadenas globales de valor agregado como tomate, chile y café.
¿Considera que, a raíz de la crisis laboral, económica y social que desató el Covid-19, se ha establecido un auténtico diálogo tripartito en México?
El diálogo tripartito en México existe, y para serte muy franco, no diría que se origina como consecuencia de la crisis porque México ha sido un país con sindicatos muy fuertes, Latinoamérica tiene bastante presente un proceso en que la agremiación es importante, pero México tiene sindicatos fuertes con empresas organizadas, más allá de las estructuras empresarias con representatividad de la OIT.
Hay otras cámaras y otras empresas bastante presentes, y un Estado muy presente en los eventos económicos y sociales, y no podía ser diferente que el diálogo social en esas circunstancias no solo haya sido un espacio deseable sino también inevitable.
Durante la pandemia, la emergencia hizo que ese diálogo se diera en muchos momentos y de distintas maneras porque la emergencia hizo que los actores respondieran a las necesidades puntuales. México es un país tremendamente plural, son 32 entidades de Estados que tienen estructuras económicas muy diversificadas, tanto el sector terciario, primario y secundario, y eso hace que esas diferencias sean inevitables y los procesos en los diálogos sean diferentes.
Aquí en México el diálogo social es muy real, se da de varias formas, de varias maneras. Hay diálogos dentro de un Estado, hay unos más institucionalizados, pero a pesar de no tener un espacio un poco más formal y de dialogo social permanente, esta presente y el diálogo siempre puede y debe fortalecer.
Aquí estamos la OIT para acompañar momentos de diálogo, no solo en momento de crisis, sino también, en momentos de paz laboral, a donde el proceso este bastante robusto y es importante mantener el diálogo para ir puliendo coyunturas económicas y sociales.
¿Qué conclusiones, y pasos a seguir, le dejó la 28va sesión de la Comisión Intersectorial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil?
Fue una sesión muy particular. Fue un momento importante porque estamos en el año internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, y México es un país pionero dentro de la alianza porque ha conseguido avances contra esta problemática.
Todos buscamos de alguna manera fortalecer ese aspecto interdisciplinario e interinstitucional que es un gran desafío para un país federado, como es México, y muchos en América Latina. Anunciaron cosas muy interesantes en esta plenaria, fue la primera vez que se estableció una robusta campaña que todos los días 12 durante un año, con eso se trata de desatar algunos mitos alrededor del trabajo infantil. Hay un núcleo duro y un tema cultura que uno debe tratar de superar.
La campaña de a poquito va ayudando, justo con mecanismos de coordinación de esa comunicación. Tenemos aquí en México una red de comisiones locales de trabajo infantil y estamos tratando de coordinar las acciones en lo local y estatal. Eso es clave porque eso nos ayuda, también, con todos los datos y cifras que ya sabemos y que tratáremos de levantar para evaluar cómo la covid impacto en el trajo infantil, como el informe que lanzo la UNICEF y OIT en estos días.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil entregamos el Distintivo Estado de México Sin Trabajo Infantil a empresas e instituciones públicas, evento encabezado por @pedroamerico13, director de la Oficina de País de la @OITMexico, y @GerardoBeckerA presidente del TECA pic.twitter.com/derUr4G9LD
— Secretaría del Trabajo del Estado de México (@TrabajoEdomex) June 11, 2021
También se armó algo muy interesante, un protocolo para que las empresas, algunos sectores y la sociedad trate de aplicar para medir y prevenir el trabajo infantil, la trata de personas y el trabajo forzoso. Esa plenaria fue clave y trascendental porque está dando un paso adelante para que México esté preparado para la quinta Conferencia Mundial de Trabajo Infantil y Trabajo Forzoso que tendrá lugar en Sudáfrica en próximo año.
Es una comisión interinstitucional y con una presencia tripartita, que ahora se va a fortalecer mucho más con el proceso de coordinación de las acciones alrededor de una estructura, un plan y una política. Es un desafío enorme, hay experiencias e iniciativas buenísimas, con un programa que está dando vuelta. Esas redes de protección de la niñez se dan de manera completa con la participación de otros sectores como la academia o la iglesia.
¿Qué sensaciones te dejan las primeras sesiones de la Conferencia Internacional del Trabajo, a pesar de la virtualidad que impuso la pandemia?
La virtualidad de la conferencia sin duda es un reflejo innegable de la realidad de hoy. Sin duda, propuso oportunidades y desafíos para su realización. Creo que sólo el hecho de que haya sido posible conducir una conferencia, un evento de esta magnitud, con grandes comisiones, la cantidad de delegados tripartitos de los 181 estados miembros presentes y más o menos 4500 delegados fue muy parejo al de las conferencias presenciales.
Eso demostró que sí es posible conducir un evento a través de las plataformas virtuales que nos obligó a cuestionarnos sobre cual seria la postura que se a debe tomar en eventos parecidos, pero, sobre todo, se hecho de menos los encuentro informales, porque la conferencia internacional es una conferencia de articulación, eso se echó de menos.
Francamente, se encontraron espacios dentro de esa conferencia, los delegados buscaron maneras de articular. La participación de todos fue muy intensa, pero se consiguió consensuar y aprobar una propuesta después de la reunión de los delegados de una posible respuesta económica a la crisis del covid-19, centrada en la persona, que retome la declaración del centenario.
La virtualidad no afectó la calidad de ese debate, pero creo que, si agregó elementos importantes, conseguimos consensuar y ponernos de acuerdo, los estados y delegados hacia una salida transitoria.
