EL evento que fue organizado por la Organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura hizo un llamado a los principales referentes del sector agrícola en América Latina, y a las organizaciones internacionales del trabajo, para debatir y determinar qué soluciones pueden ser implementadas para erradicar el trabajo infantil en la región.
“Por más de una década la FAO trabajó en todo el mundo para prevenir y erradicar el trabajo infantil en la agricultura, área en la que se concentra la mayor parte del trabajo infantil en América Latina y el mundo. Los esfuerzos de la FAO, en ese sentido, se han llevado a cabo en colaboración con la OIT, la UNIEF y los actores del sector de la agricultura, entre otros”, dijo Laíz Abramo, coordinadora de Operaciones Guatemala y El Salvador de la FAO, en la apertura del conversatorio virtual.
En ese sentido, Laíz resaltó que uno de los objetivos es avanzar en el diálogo para determinar la mejor forma de avanzar con urgencia, rumbo a una efectiva garantía de futuro para niños, niñas y adolescentes. Considerando, en especial, aquellos que sufren múltiples y agravados formas de exclusión, como los niños y niñas afrodescendientes e indígenas.
Por su parte, Vinícius Pinheiro, director de la OIT para América Latina y el Caribe señaló que el aumento del trabajo infantil es una de las máscaras más nefastas de la pandemia. La decisión de mantener las escuelas cerradas y las nuevas formas de trabajo que se han impuesto para evitar el contagio, sumándole la distribución del ingreso, son los factores que detonaron, en los últimos meses, un aumento realmente considerable.
Finalmente, el referente de OIT puntualizó en que hay sectores específicos de la agricultura donde hay más empleo infantil y la protección social para los niños y niñas posibilita que el impacto no sea tan fuerte en algunos países. Además, señaló que las empresas un grado de responsabilidad importante y deben influir para que este fenómeno social se detenga.
