La ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Argentina, Raquel «Kelly» Olmos, disertó esta mañana en el plenario de una nueva jornada de la 111° Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT.
Desde Ginebra, la funcionaria sostuvo que,para hacer frente al nuevo mundo del trabajo “no hallaremos respuestas en el catálogo de quienes al amparo del neoliberalismo económico proponen senderos en los que los poderes fácticos y el capital financiero direccionan la vida de las personas, el destino de las comunidades y la sustentabilidad del planeta”.
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Olmos señaló que son las variables de ajuste de una “codicia que caracteriza a los sistemas económicos y sociales dominantes” y que la política debe tener como centro de discusión a las personas que trabajan “como un valor que caracteriza a la que denominamos una democracia plena de justicia social”.
Acompañada por una delegación argentina, la ministra llegó esta semana a Suiza para sumarse a las exposiciones de 187 Estados Miembros de la OIT, en donde se evalúa cuál es el nivel de conflictividad que acecha al mundo del trabajo en distintas partes del planeta. “Nadie se realiza en una comunidad que no se realiza”, parafraseó a la doctrina justicialista y aseguró que la Argentina es un país de larga trayectoria en la lucha y defensa por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras.
En el plenario se hicieron presentes los representantes de los trabajadores y empresarios argentinos. Estuvieron Gerardo Martínez, Julio Piumato, Cristian Jerónimo y Jorge Sola, entre otros, por la CGT; Roberto Baradel, por la CTA; y Juan José Etala, por la UIA en representación del sector empresario nacional.
Para Olmos, aplicar la búsqueda de la igualdad de género es una bandera más a sostener junto con la protección de los derechos de protección laboral, social y ambiental. También el reconocimiento y el fortalecimiento de la sindicalización, el derecho de agremiación y el diálogo tripartito entre gobiernos, trabajadores y empleadores.
Sobre la creación de una coalición internacional para la justicia social, la ministra sostuvo que es importante diseñar una “gobernanza global que fortalezca estos principios, que tienda a remover las desigualdades sistémicas”. Los principales conflictos que afectan al mundo del trabajo están vinculados con el alto crecimiento de las tasas de inflación y los salarios, en relación de dependencia, por debajo de la pobreza.
La explosión de la red y la llegada del trabajo remoto tras la pandemia habilitó a nuevas prácticas laborales que hoy se ejercen desde los hogares vía trabajo remoto y de plataformas. Olmos destacó que en esta etapa del mundo se debe “rediseñar la ingeniería financiera y el comercio internacional”.
Las agendas a trabajar involucran la discusión económica, financiera, medioambiental, de género y sociales, éstas últimas enmarcadas en los derechos que las luchas sindicales comenzaron y que los gobiernos decidieron concretar a través de la voluntad política.
Olmos también hizo mención, al hablar del sistema financiero actual y el escenario de crisis agudas que alimentan escenarios en donde las sociedades se ven coaccionadas en su dignidad diaria, a las deudas externas de los países en vías de desarrollo.
“Como pide el Papa Francisco en Fratelli Tutti, una ética de las relaciones internacionales”, sintetizó su mirada sobre la importancia del espacio internacional de debate para hacerle frente a problemas estructurales en materia de trabajo para este siglo.
