A través de la campaña “50 for freedom”, se pide a los gobiernos tomar medidas para hacer frente al trabajo forzoso. La organización confirmó que Sudán se convirtió en el quincuagésimo país en sumarse a la ratificación.
Con el protocolo, “los gobiernos se comprometen a tomar medidas eficaces para evitar el trabajo forzoso, proteger a las víctimas, del mismo, y velar porque tengan acceso a acciones jurídicas y de reparación, incluidas las indemnizaciones pertinentes”, indicó el comunicado de OIT.
«Debemos forjar un futuro del trabajo en el que no haya trabajo forzoso, trata de seres humanos, trabajo infantil ni formas modernas de esclavitud. Porque el trabajo forzoso no tiene cabida en la mejor normalidad que deseamos fomentar desde ahora», destacó, por su parte, el director general de la OIT, Guy Ryder.
Según las estimaciones a escala mundial, publicadas en el informe, 25 millones de hombres, mujeres y niños siguen realizando trabajo forzoso, siguen siendo víctimas de trata de personas, en servidumbre por deudas, o situaciones de trabajo en condiciones análogas a la esclavitud.
«Con objeto de alcanzar la meta 8.7 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, es necesario llevar a cabo un seguimiento pormenorizado de su implantación en cada región, en cada país, y en cada ciudad, para velar por que nadie se quede atrás», señaló Ryder.
