El pasado 17 de enero marcó un hito histórico para el sector laboral en Zimbabue con la creación de la primera organización de empleadores de trabajadoras del hogar, DEAZ. En un evento que contó con la participación de actores clave, como representantes gubernamentales, sindicales como la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar y de organismos internacionales como la OIT, se destacó la importancia de este esfuerzo para promover prácticas laborales justas y equitativas.
El Sindicato de Trabajadoras del Hogar y Afines de Zimbabue (ZDAWU) jugó un papel fundamental en este logro. Según Toindepi Dhure, secretario General de ZDAWU, la iniciativa busca mejorar las capacidades de negociación colectiva y establecer un Consejo Nacional de Empleo.
“El nacimiento de DEAZ es un paso crucial hacia el reconocimiento y la legitimación de las contribuciones de las trabajadoras del hogar”, afirmó Dhure, quien también subrayó la importancia de la formalización laboral y la protección de los derechos de las empleadas.
La organización DEAZ planea abordar problemas clave del sector, como el establecimiento de salarios mínimos, jornadas laborales justas, contratos formales y acceso a seguridad social. Sarah Vale, presidenta de DEAZ, destacó los desafíos que enfrentan las trabajadoras del hogar, incluidos los salarios bajos y las largas jornadas de hasta 70 horas semanales, muy por encima del límite legal de 49 horas. “Es esencial identificar y resolver los problemas que enfrentan ambas partes para garantizar armonía y justicia en el lugar de trabajo”, señaló.
Para los trabajadores, la participación de instituciones como la OIT y el Ministerio de Trabajo de Zimbabue refuerza el marco legal y promueve el diálogo social tripartito, que es clave para lograr condiciones laborales dignas. Las campañas de capacitación y sensibilización dirigidas tanto a empleadoras como a trabajadoras son parte del enfoque integral para mejorar la profesionalización y el respeto mutuo en el sector.
A pesar de los avances, Zimbabue aún no ha ratificado el Convenio 189 de la OIT, que establece estándares globales para las trabajadoras del hogar.