El documento reveló que más de 1 millón de personas trabajadoras perdieron su empleo entre 2019 y 2020, y 400.000 personas estaban en condiciones de informalidad. “Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y organizando” comprobó que la crisis de la pandemia del covid-19 provocó grandes cambios.
La investigación se enfocó en seis grupos de personas trabajadoras esenciales para la economía chilena: trabajadoras del hogar, vendedores ambulantes, comerciantes, empleados de la construcción y del transporte. Representaron el 21% del empleo total en 2019.
“Tanto hombres como mujeres en el trabajo en domicilio y en la venta ambulante tienden a trabajar menos horas que las personas en otros grupos. Esto sucede más entre las mujeres que entre los hombres”, indicó la investigación.
Según las estadísticas, la semana de trabajo promedio para estos grupos de personas trabajadoras es de 40 horas o más. El diagnostico arrojó que un 53% de las mujeres y el 68% de los hombres en cada área geográfica trabaja 40 horas o más a la semana.
Además, la organización expuso que en el año 2019, el desempleo era de alrededor del 8% para las mujeres en todas las áreas geográficas; fue levemente menor para los hombres. Para 2020, el desempleo había crecido hasta alrededor del 11% tanto para las mujeres como para los hombres.
