La 9ª reunión de la Red Internacional de Educación sobre el Clima se realizó el pasado 20 de septiembre. En el orden del día figuraban las subvenciones a los combustibles fósiles y su impacto en la educación y las estrategias de los sindicatos de la educación para la desinversión en combustibles fósiles.
Este espacio, se conformó en 2021 para guiar la campaña de la IE Teach for the Planet, que reclama una educación climática de calidad y una transición justa hacia una economía verde para todos.
La campaña se basa en el Manifiesto de la Internacional de la Educación, que promueve una educación de calidad con cambio climático para todos, junto con un instrumento político que describe la visión de la profesión docente sobre una educación de calidad, el cambio climático y el marco político necesario para ponerla en práctica.
El impacto de la industria de combustibles fósiles en la educación
Alanah Torralba, investigadora del clima y consultora de la IE, avanzó en el debate sobre los combustibles fósiles, presentando algunos de los aspectos más destacados de su próxima guía sobre la desinversión en combustibles fósiles para los sindicatos de la educación.
Tras realizar entrevistas con sindicalistas de la educación de todo el mundo, Torralba subrayó el papel clave que pueden desempeñar los sindicatos en el desmantelamiento de la licencia social a las empresas de combustibles fósiles, a pesar de causar daños irreparables al planeta.
Torralba reveló diversas formas en las que la industria de los combustibles fósiles influye en el sector educativo, desde el establecimiento de la agenda de la educación científica y la promoción de una concepción neoliberal de la educación, hasta la financiación de investigaciones académicas que cambian la agenda en beneficio de los intereses de los combustibles fósiles.
Al explicar las implicaciones de la desinversión concertada en combustibles fósiles, la especialista también subrayó que, el grueso de los efectos no afectará a los fondos de pensiones, como se ha argumentado anteriormente, sino sólo al 1% de las personas más ricas, cuyo patrimonio podría reducirse de forma insustancial.
El informe completo se encuentra disponible en la página web de la IEAL.
