La Organización Internacional del Trabajo publicó un nuevo informe en el que el que señala las consecuencias a las que se enfrentan 24 millones de trabajadores en todo el mundo, por la exposición a las radiaciones ionizantes en sus lugares de trabajo.
En el marco de la Conferencia Internacional sobre Protección contra las Radiaciones Ocupacionales, que copatrocina la OIT, y que tendrá lugar del 5 al 9 de septiembre en Ginebra, se revisarán las normas y recomendaciones internacionales sobre la protección radiológica en el trabajo, los progresos de los últimos años en la materia y se identificarán las acciones prioritarias hacia un mejor sistema de protección.
La Conferencia Internacional del Trabajo adoptó en junio de 1960 el Convenio sobre la protección contra las radiaciones (núm. 114) y la Recomendación que lo acompaña (núm. 114).
Dicho Convenio se aplica a todas las actividades que impliquen la exposición de los trabajadores a las radiaciones ionizantes en el curso de su trabajo, y establece que todo miembro de la OIT que lo ratifique deberá poner en práctica sus disposiciones mediante leyes o reglamentos.
“Hoy en día, todavía estamos muy lejos de este objetivo. Las muertes y lesiones relacionadas con el trabajo, incluidas las causadas por la exposición a las radiaciones, se cobran un precio especialmente elevado, sobre todo en los países en desarrollo, donde los sistemas nacionales de seguridad y salud en el trabajo no están bien establecidos», Vic Van Vuuren, director General Adjunto de Políticas a cargo.
