En el marco de una audiencia pública realizada el pasado 30 de junio en la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo, organizaciones sindicales brasileñas, con el respaldo del Ministerio Público del Trabajo (MPT), denunciaron graves violaciones a los derechos laborales por parte de la transnacional cárnica JBS.
La sesión, impulsada por la diputada Bebel Azevedo Noronha (PT), fue el escenario de las declaraciones que evidenciaron prácticas abusivas que, según los denunciantes, afectan sistemáticamente a trabajadores y trabajadoras del sector frigorífico.
La Confederación Nacional de Trabajadores de la Alimentación (CNTA) y la Confederación de Trabajadores de la Alimentación de la CUT (CONTAC-CUT), junto a sindicatos, federaciones y otros actores del mundo del trabajo, hicieron un llamado urgente a que se pongan en marcha mecanismos de control y reparación frente a lo que calificaron como una situación “inaceptable” en las plantas de JBS.
“En la planta de Forquilhinha, los operarios realizan hasta 174 movimientos por minuto, un 453% por encima del límite considerado adecuado”, advirtieron representantes sindicales, quienes también expusieron los ritmos de producción inhumanos, supresión de bonificaciones por insalubridad y el incumplimiento de la Norma Reguladora 36 (NR36), que establece pautas de salud y seguridad en frigoríficos.
El impacto en la salud laboral fue otro de los puntos más críticos: se reportaron casos crecientes de enfermedades ocupacionales, lesiones por esfuerzo repetitivo, fatiga crónica y problemas de salud mental. Además, según las organizaciones, la empresa incurre en prácticas de subregistro de accidentes y enfermedades laborales, ocultando la dimensión real del daño a su fuerza de trabajo.
El procurador del MPT, Leomar Daroncho, respaldó las denuncias y remarcó que existe un patrón de desprecio por la vida de los trabajadores en muchas empresas del sector, incluyendo JBS. “Es un sector marcado por una alta siniestralidad. No podemos permitir que el crecimiento económico se base en la destrucción de la salud y la vida de las personas que sostienen esa industria”, subrayó.
Durante el encuentro, se presentó una serie de demandas clave: la creación de mesas permanentes de negociación entre empresa, sindicatos y el Estado; el cumplimiento riguroso de la NR36 con sanciones por su incumplimiento; la creación de un comité interinstitucional de seguimiento, y que los beneficios fiscales otorgados a JBS estén condicionados a mejoras verificables en las condiciones laborales.
Las confederaciones adelantaron que intensificarán sus acciones a nivel nacional e internacional, y preparan nuevas movilizaciones para visibilizar la situación de miles de trabajadores del sector frigorífico.
“El desprecio por la negociación colectiva, el acoso a representantes sindicales y la indiferencia ante las enfermedades laborales no pueden continuar”, fue uno de los mensajes más repetidos por las y los participantes.