La responsable de Política Internacional y de Cooperación de la Confederación Sindical de Comisiones Obreros de España, Cristina Faciaben, se refirió al curso que viene tomando la Conferencia Internacional del Trabajo en función de las demandas y planteamientos presentados por el movimiento laboral global estas dos semanas en Ginebra.
Para la dirigente, esta instancia de diálogo tripartita dividida en comisiones deja buenos resultados, pero debates a medias que provocan que las expectativas se vean un poco frustradas. “Ha habido avances importantes en la Comisión de Normas, con casos como el Líbano, en el que fue clave la participación de la Federación Nacional de Sindicatos y Empleados del Líbano reconocida por el Gobierno del Líbano» y la aprobación de una misión tripartita que revierta el sistema de explotación laboral kafala, también conocido como sistema de patrocinio, y la esclavitud moderna.
Por otro lado, destacó un avance a nivel europeo, con los casos de Italia e Inglaterra, pero señaló que en la Comisión de Transición Justa no hubo resultados y la discusión quedó prácticamente petrificada, lo cual se repite en Aprendizaje, que tampoco presentó resultados alentadores para los representantes de los trabajadores.
“Es bastante triste irnos de una conferencia pensando que no hemos retrocedido en derechos, pero que tampoco los hemos ganado”, sostuvo Faciaben.
Respecto al abordaje interno de la propuesta del organismo agregó que “en la OIT somos todos mandantes y todos participamos muy activamente y eso es un poco lo que vamos trabajando a lo largo de del año, no solamente a nosotros a nivel nacional, sino también a nivel internacional, y con otras organizaciones que necesitan nuestro apoyo”.
Cumbre sobre el Mundo del Trabajo
En cuanto a la propuesta del director General, Gilbert Houngbo, de construir un nuevo contra social, la integrante del CCOO fue muy crítica al aseverar que “es un compromiso de todos los gobiernos” y agregó que “las ODS y la agenda 2030 ya son un contrato social, lo que pasa es que queda muy pocos años para que finalice el plazo que nos habíamos marcado y no parece que los avances sean suficientes”.
Siguiendo esa línea cuestionó el hecho de que la propuesta solo haya sido consensuada con los gobiernos, y no con las organizaciones empresariales y de trabajadores: “Los gobiernos pueden comprometerse estupendamente, pero nosotros también tenemos algo importante, más allá de aparecer en algunas mesas de debate”.
