Enviados especiales desde Ginebra — En el marco de la 113ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), celebrada en Ginebra en junio de 2025, se abordaron temas fundamentales para el futuro del trabajo. Uno de los grandes desafíos discutidos fue la prevalencia de la informalidad laboral, que afecta a millones de trabajadores en todo el mundo y limita su acceso a derechos fundamentales, como la seguridad social y la protección laboral.
La informalidad laboral, que afecta principalmente a los trabajadores de países en desarrollo, sigue siendo una de las principales barreras para garantizar condiciones laborales dignas. Según cifras de la OIT, más de la mitad de los trabajadores globales se encuentran en este sector, sin acceso a beneficios laborales básicos. Esto perpetúa una desigualdad estructural y dificulta la inclusión social y económica de grandes sectores de la población.
🚨Estamos transmitiendo el cierre de la 113.ª Conferencia Internacional del Trabajo
👀👉 https://t.co/Tq1BHDDQTo #CIT2025 pic.twitter.com/yzaIFKaQvu
— OIT (@OITnoticias) June 13, 2025
El tema central de la conferencia giró en torno a cómo lograr una transición efectiva hacia el empleo formal, promoviendo un entorno que permita a los trabajadores informales acceder a derechos y condiciones laborales adecuadas. Este proceso no solo es urgente, sino esencial para mejorar la calidad de vida de millones de personas y garantizar el desarrollo de economías más inclusivas y equitativas.
El camino hacia el empleo formal
El debate en la CIT subrayó la necesidad de que los gobiernos, empleadores y sindicatos trabajen juntos para crear políticas públicas que faciliten la formalización del empleo. Esto incluye medidas como la simplificación de trámites burocráticos, incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas, y el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social. Además, se hizo hincapié en la importancia de una mayor inversión en educación y capacitación para que los trabajadores puedan adaptarse a los cambios en el mercado laboral.
En este proceso de transición, el diálogo social juega un papel clave. La colaboración activa entre los diferentes actores sociales – gobiernos, sindicatos y empleadores – es esencial para encontrar soluciones efectivas. Durante la CIT, se destacó que las políticas laborales no pueden ser impuestas de manera unidireccional, sino que deben ser el resultado de un proceso de negociación y acuerdo entre las partes involucradas.
La conferencia concluyó con un claro llamado a la acción: la informalidad laboral debe ser abordada de manera urgente, y todos los países deben comprometerse a implementar políticas que promuevan un trabajo decente y condiciones laborales dignas para todos. La transición hacia el empleo formal no solo es una cuestión de justicia social, sino que también es un motor de desarrollo económico sostenible.
La CIT 2025 reafirmó que el trabajo formal es clave para lograr sociedades más cohesionadas, igualitarias y resilientes, y que la lucha contra la informalidad es fundamental para avanzar en la construcción de un futuro laboral más justo para todos.
