El pasado 22 de agosto, una manifestación pacífica organizada por trabajadores bancarios frente a la oficina del Santander en São Paulo derivó en enfrentamientos, luego de que la Policía Militar intervino para dispersar a los manifestantes.
Los trabajadores, que se concentraron como parte del Día Nacional contra la Subcontratación, denunciaban las prácticas laborales del banco y pedían una negociación colectiva más justa. Durante la intervención policial, según los testimonios, se utilizaron gases lacrimógenos y pistolas paralizantes, lo que dejó a varios sindicalistas heridos.
En este marco, la UNI Global Union expresó su preocupación por la situación, solidarizándose con sus afiliados en Brasil, la Confederación Nacional de Trabajadores Financieros (CONTRAF) y el Sindicato de Trabajadores de Banca y Finanzas de São Paulo.
Marcio Monzane, Secretario Regional de UNI Américas, declaró que «es preocupante que un banco recurra a la policía en lugar de optar por el diálogo con sus empleados». Monzane subrayó que los trabajadores bancarios, tanto en Brasil como en toda América, están buscando mejores condiciones laborales y merecen un trato respetuoso en el proceso de negociación.
El conflicto forma parte de una disputa más amplia por la obtención de un convenio colectivo que contemple las preocupaciones de los trabajadores. CONTRAF sostiene que la Federación Nacional Bancaria (FENABAN) no ha mostrado disposición para negociar aspectos fundamentales, como la estabilidad laboral, mejores condiciones de trabajo y el fin de ciertas prácticas de venta que los empleados consideran abusivas.
Además de la seguridad en el empleo, los trabajadores también demandan aumentos salariales que se ajusten a la inflación, argumentando que los bancos, con beneficios multimillonarios, pueden responder a estas exigencias.