A raíz de las pérdidas significativas en el mercado de teléfonos, la empresa surcoreana anticipó el final progresivo de toda su producción a nivel mundial. Sus intentos por preservar su lugar en el entorno tecnológico se desboronaron a fines de marzo, después de la fallida negociación con una empresa alemana y vietnamita.
Frente a este panorama, lo que se cuestiona es que va a pasar con todos los puestos de trabajo si se confirma un cierre definitivo del gigante en América Latina. Desde la CUT Brasil detallaron que “actualmente, LG tiene una participación del 6,5% en el mercado de teléfonos inteligentes en Brasil frente al 16,1% en 2013. En el mercado global, la participación cayó del 4,1% en 2014 al 1,6% este año”.
En ese país, a través de huelgas y manifestaciones, trabajadores de la división de telefonía de celular de la fábrica de Taubaté mostraron su disconformidad ante la falta de respuestas frente al futuro de trabajo, el pasado 26 de marzo.
Tras un intento de negociación con la empresa, hay riesgo de que 400 de los 1000 puestos de trabajo en la unidad de San Pablo finalicen totalmente con sus operaciones, según informó Globo 1. “La producción de monitores en Taubaté no debería verse afectada por la medida”, sentenció el medio de comunicación.
Después del cierre del fabricante de automóviles Ford, que finalizó su producción en enero, anticipan una nueva ola de desestabilización económica y un aumento agresivo del desempleo, con impacto directo en ese municipio.