Los representantes sindicales confirmaron que la medida responde a la decisión del fabricante de automóviles, que optó por despedir empleados sin cumplir las normas necesarias.
Aunque, mediante resoluciones judiciales se exigió la reinserción de los trabajadores en las tres plantas de la empresa, dirigentes sindicales afirman que GM aún no ha reintegrado a ninguno de los que fueron despedidos.
La huelga involucra a más de 11.400 trabajadores e incluye las fábricas de São José dos Campos, Mogi das Cruzes y São Caetano, en São Paulo.
En total, 835 trabajadores en São José dos Campos, 300 en São Caetano y 105 en Mogi das Cruzes fueron excluidos del mercado laboral, según el testimonio de las organizaciones a cargo de las movilizaciones.
El dirigente del Sindicato Metalúrgicos de São Paulo y Mogi das Cruzes, David Martins Carvalho, expuso que hubo quejas generalizadas sobre los métodos adoptados por GM en el proceso de despido.
«Se despidió a mujeres embarazadas, a personas con discapacidad que están dentro de las cuotas legales y que, por tanto, la empresa no podía despedir. También se despidió a trabajadores que, por ejemplo, pedían préstamos. Y, para conseguir un préstamo, el trabajador necesita autorización HR porque, si hay expectativa de despido, HR no liberará el préstamo, pero la empresa liberó el préstamo el viernes y despidió a los trabajadores el sábado», sostuvo.
