Persiste la lucha por la equidad en el acceso a la vacunación para los trabajadores pertenecientes a la economía informal, a medida que la propagación de la COVID-19 continúa a finales de 2023 y nuevas vacunas de refuerzo aguardan aprobación.
A pesar de las contribuciones esenciales y la exposición directa al virus, los trabajadores informales suelen quedar excluidos de las campañas de vacunación. En siete países, las organizaciones sindicales han desempeñado un papel esencial en asegurar el acceso de sus miembros a las vacunas.
En ese aspecto, eel Movimiento Nacional de Recicladores (MNCR) en Brasil ha logrado acceso prioritario a las vacunas para los recicladores y ha fomentado activamente la vacunación, asegurando que la mayoría de los recicladores en Brasilia recibieran la vacuna en tan solo dos días.
Por otra parte, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y la Unión del Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP) en Argentina han desempeñado roles fundamentales. UTEP ha asistido a los trabajadores informales en su registro para la vacunación, mientras que UPACP ha proporcionado información detallada sobre las vacunas, aumentando así el acceso de los trabajadores del hogar a las mismas.
En todos estos contextos, las organizaciones sindicales han demostrado ser elementos cruciales en la promoción de la vacunación y la superación de barreras para garantizar la salud de los trabajadores en la economía informal.
En Malasia, los trabajadores del hogar migrantes en Malasia, organizados por la Asociación de Trabajadores del Hogar Migrantes de Indonesia (PERTIMIG), han enfrentado desafíos considerables para acceder a la vacunación. La carencia de documentos y el temor a ser rastreados les han impedido registrarse. PERTIMIG ha desempeñado un papel crucial enseñando a sus miembros a registrarse y negociar con los empleadores, mostrando sensibilidad hacia su vulnerabilidad como migrantes.
