A raíz de la masiva jornada de movilización que protagonizaron las centrales sindicales francesas el pasado jueves 23 de marzo, y que dejó un gran número de heridos debido a la fuerte represión de las fuerzas policiales, varias organizaciones sindicales de la región manifestaron su apoyo a los manifestantes.
La iniciativa es la novena desde comienzos de enero y busca detener la reforma jubilatoria del Gobierno.
Se presentaron mociones de censura en el Parlamento que fueron sometidas a votación, y aunque una de ellas estuvo a punto de ser aprobada, por nueve votos la ley continua vigente.
Según un informe de la Regional de la UITA , parte los aliados del presidente Emmanuel Macon “lo abandonaron en la votación parlamentaria, e incluso en su núcleo duro hay quienes encuentran que el presidente está yendo demasiado lejos en su elitismo y su desprecio por la gente movilizada”.
Asimismo, se contabilizó en una de las jornadas de protesta convocadas por las ocho centrales sindicales, otras organizaciones sociales y el conjunto de la izquierda que más de 3,5 millones de personas salieron a las calles en todo el país.