Según un informe de la Organización Internacional de Trabajo, de los 14,8 millones de trabajadoras y trabajadores domésticos en América Latina y el Caribe, 13,5 millones perdieron su fuente laboral, se les redujo las horas de trabajo y disminuyeron sus ingresos a raíz de la de crisis sanitaria por el brote de coronavirus.
“Hacer del trabajo doméstico un trabajo decente ” es el documento que fue presentado en Ginebra, y en el que se evidencia que de los 10 países donde el informe registra una mayor perdida de empleo en trabajado doméstico, 7 son de la región.
Sin embargo, la OIT destacó el liderazgo de América Latina y el Caribe en la ratificación del Convenio 189 y subrayó que, de las 32 ratificación a nivel mundial, 17 fueron presentadas por países del continente. Además de la aprobación en los últimos años de leyes que garantizan cobertura legal para trabajadores y trabajadoras del hogar.
“La crisis por la pandemia ha dejado un panorama desolador para las trabajadoras y trabajadores domésticos de la región, que han sido mucho más afectados por la pérdida de empleo e ingresos, en especial quienes estaban en condiciones de informalidad”, remarcó el director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinicius Pinheiro.
Incluso el dirigente de la organización señaló que hay desafíos pendientes, como la enorme tasa de informalidad que llegó al 71,3% en trabajo doméstico y que refleja problemas en la aplicación de leyes de protección de las leyes de los distintos territorios.
