La Internacional de Servicios Públicos (ISP) expreso su solidaridad a los miembros del Sindicato Unitario Nacional de Trabajadores del Estado (SUNET) en Colombia, quienes, en los últimos días, denunciaron violaciones a sus derechos laborales en la Unidad Administrativa de Relaciones Nacionales e Internacionales, conocida como la Casa de Boyacá.
Según la organización con impacto regional, los trabajadores de esa dependencia enfrentan un ambiente hostil, con la gestión de la directora Ana María Rojas Villamil, a la que acusan de «persecución laboral, maltrato psicológico y degradación funcional».
La ISP destaca que Rojas Villamil, supuestamente en complicidad con la Oficina Asesora de Control Interno Disciplinario, ha iniciado procesos disciplinarios irregulares y hostigadores contra los trabajadores, con el fin de “provocar la renuncia de aquellos que no gozan de su afecto” o expulsarlos de sus cargos. «Esta situación es deplorable y exige una pronta intervención de las autoridades«, señaló la ISP.
A pesar de que el sindicato presentó la respectiva denuncia a la Secretaría General de la Gobernación de Boyacá y al Comité de Convivencia, la organización confirmó que no se ha tomado ninguna acción concreta para detener el presunto abuso de poder de la directora.
La internacional también denunció la presencia de contratistas, supervisados por Rojas Villamil, que registran audiovisualmente a los empleados, aumentando la sensación de persecución.
Por otro lado, se denunciaron prácticas de hostigamiento y la falta de atención médica a los funcionarios que reportan deterioro en su salud física y mental. «La situación afecta profundamente la dignidad y bienestar de los trabajadores», afirmó la ISP, reiterando su llamado a los organismos de control para intervenir de forma inmediata.
La ISP concluyó su pronunciamiento instando a las autoridades colombianas a intervenir y encontrar una resolución justa para proteger los derechos laborales de los empleados de la Casa de Boyacá.