Del 29 de julio al 2 de agosto, Buenos Aires fue el epicentro del debate educativo global al acoger el 10º Congreso Mundial de la Internacional de la Educación (IE). José Olivera, presidente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (FENAPES) de Uruguay, ofreció sus impresiones sobre este encuentro en una entrevista con Latam Gremial, en la que destacó los desafíos y propuestas para la educación pública.
«Hay una primera constatación y es el peso y el papel de la Internacional de la Educación,» afirmó Olivera, subrayando la capacidad de la organización para incidir políticamente y desarrollar propuestas programáticas. Según Olivera, la IE no solo ha demostrado su fuerza en la elaboración de documentos clave, como el emitido por el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el personal docente, sino también en su capacidad de movilización y acción durante la pandemia.
El presidente de FENAPES se refirió a la capacidad de la IE para mantenerse activa y relevante en una crisis global como lo fue la pandemia: «La IE fue de las pocas organizaciones a nivel global del movimiento sindical que tuvo una activa participación durante la pandemia,» comentó Olivera. Además señaló que se realizaron investigaciones sobre el impacto del teletrabajo en el personal docente, los sistemas educativos y la incorporación de tecnologías digitales, temas que siguen siendo centrales en las discusiones actuales del congreso.
El dirigente uruguayo realizó un análisis profundo de la situación política actual, criticando la tendencia de algunos sectores progresistas a moderar su discurso para ganar elecciones. «El avance de la ultraderecha fascista se está dando con un grado de radicalidad insospechada,» advirtió y señaló que la izquierda debe recuperar su valentía y recordar su historia, enfrentando problemas como la justicia social y el cambio climático con determinación.
Defensa de la democracia y la justicia social
Olivera enfatizó que, hoy en día, son los trabajadores y las trabajadoras quienes defienden la democracia liberal burguesa, no la ultraderecha: «Hoy la democracia está siendo férreamente defendida por los trabajadores y trabajadoras, porque además sabemos lo que implicó haber perdido la democracia,» afirmó, recordando las dictaduras que afectaron a América Latina en el pasado.
En cuanto a los desafíos específicos para América Latina, Olivera identificó tres áreas clave: el financiamiento del sistema educativo, la soberanía de los presupuestos y la distribución justa del presupuesto educativo. En ese sentido, subrayó la importancia de discutir quién financia la educación y cómo se distribuyen esos recursos, criticando las actuales políticas fiscales que favorecen al capital en detrimento de la mayoría de la población.
«Hoy la UNESCO vuelve a hablar del 6% del PIB. América Latina tiene unos vaivenes que son alarmantes en una lógica pro-cíclica, en el sentido de que cuando la economía se expande hay alguna posibilidad de aumento presupuestario en la educación, pero cuando la economía se estanca o se retrotrae enseguida se recorta en esos programas que tienen que ver con las áreas sociales, educación y salud particularmente», agregó Olivera.
Finalmente, el sindicalista sostuvo que «ir a un financiamiento sostenido que tiene que estar en aumento del sistema educativo público es uno de los grandes desafíos que hoy tenemos», y reiteró la necesidad de un sistema educativo público robusto como garante del acceso democrático al conocimiento.
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