El pasado 26 de septiembre, habitantes de Iquique lideraron una serie de manifestaciones y protestas violentas en contra de migrantes venezolanos que se encuentran acampando en algunos lugares de la ciudad. Los hechos terminaron con la quema de su pertenencias y varias personas heridas.
Ante este panorama, la Central Unitaria de Trabajadores de Chile repudió la violenta agresión y expreso su solidaridad con las familias migrantes. En ese sentido, también tildó de xenofóbica y racista el accionar de sus connacionales al pasar por alto la proclama de respeto por los DDHH.
“Entendemos que exista una molestia ante la comunicada iquiqueña por la crisis migratoria ocasionada por el propio manejo del gobierno, pero ello no puede justificar los comportamientos inhumanos y delincuentes en contra de una población indefensa, que sólo ha venido a nuestro país en busca de una oportunidad”, sentenció la misiva de la organización.
La central hizo un llamado a las instituciones democráticas, a los organismos internacionales, de derechos humanos y a las comunidades en general a detener el accionar del actual Gobierno, que insiste con su política de expulsiones y deportaciones agravando aún más la situación social actual. En cambio, proponen un diálogo que le dé prioridad a los principios humanitarios y que impulse los procesos de regularización migratoria permanentes, que permitan implementar una política viable de integración para toda la población.
Por último, convocaron a todos organizaciones afiliadas a nivel nacional para que trabajan en conjunto con las organizaciones de migrante y pro migrante de Tarapacá que encabezan las campañas de solidaridad para recolectar lo más pronto posible víveres, ropa, frazadas, medicamentos para los damnificados por estos hechos, y alertaron una posible movilización en defensa de los derechos de las personas migrantes.
