Trabajadores del Ejecutivo federal manifestaron su inconformidad con resultados prácticos de las últimas mesas de negociación con el Gobierno de Lula da Silva y anticipan la realización de huelgas.
Uno de los grandes puntos de conflicto es el ajuste salarial para 2024, tema que fue discutido en la mesa permanente de negociación de este miércoles (28), pero aún no hay un resultado definido.
Los sindicatos Fonacate y Fonasefe (Foro de Entidades Nacionales de Servidores Públicos Federales) enviaron una propuesta unificada al ministerio sobre el ajuste:
- ajuste del 34.32%: dividido en 3 cuotas iguales del 10.34%, en 2024, 2025 y 2026, para los empleados públicos federales que, en 2015, firmaron convenios para 2016 y 2017; Es
- ajuste del 22,71%: dividido en 3 cuotas iguales del 7,06%, en 2024, 2025 y 2026, para los empleados públicos que, en 2015, firmaron convenios salariales por 4 años (2016 a 2019).
El gobierno ya había propuesto un ajuste del 9% dividido entre 2025 y 2026, es decir, un 4,5% en cada año, y cero para 2024. Para este año, el Ministerio de Gestión e Innovación en los Servicios Públicos (MGI) ofreció un aumento sólo en ayudas (alimentación, guardería y salud) alegando nuevamente limitaciones presupuestarias impuestas por el Marco Fiscal. Según la ministra Esther Dweck, el ajuste de las ayudas fue la forma que tuvo el gobierno de beneficiar especialmente a los puestos con salarios más bajos.
Según la información de la Central de los Sindicatos Brasileros CSB, uno de los compromisos asumidos por el gobierno en 2023, cuando la categoría aceptó el ajuste del 9% a partir de mayo, fue que el índice sería mayor en 2024, ya que el argumento en 2023 es que no había espacio en el presupuesto que tenía aprobado al final del gobierno de Bolsonaro.
