En los últimos días tomó fuerza el debate sobre los efectos a largo plazo del coronavirus, tras la denuncia del Gobierno de Jair Bolsonaro al Tribunal Supremo que busca negar la compensación a los profesionales de la salud que no puedan asistir a sus lugares de trabajos por contraer el virus.
El portal de noticias Brasil de Fato reveló algunos de los testimonios de médicos y trabajadores de la salud, que presentaron secuelas graves a mediano plazo, como la perdida de la función pulmonar, infartos, derrames cerebrales y otras sintomatologías que los imposibilita a desempeñar sus funciones.
“A veces tenemos hasta cuatro de licencia al mismo tiempo, durante 15 días o más, y es difícil reemplazarlo con profesionales experimentados. Esto sobrecarga mucho al equipo, con gente trabajando en más lugares, con más horas de trabajo, aumentando la exposición al covid”, señaló el neumólogo, Ubiratan de Paula.
El médico especialista contrajo la enfermedad en mayo de 2021, estuvo 24 días internado y 6 entubado. Uribatan relata, que en los dos primeros meses después de recibir el alta médica, no tenía fuerza muscular para trabajar y su función pulmonar se normalizó completamente nueve meses después.
La ley original, número 14128, de marzo de 2021, establece que el Sindicato garantiza una indemnización de R $ 50.000 a los profesionales y trabajadores de la salud que contrajeron la enfermedad y quedaron «permanentemente incapacitados para trabajar». La misma indemnización se aplica «o para su cónyuge o pareja, sus dependientes y sus herederos necesarios, en caso de fallecimiento».
Por su parte, el Gobierno defiende su decisión manifestando que la aprobación del texto viola los principios constitucionales, ya que es una decisión que lo corresponde solamente al Ejecutivo. Incluso sostiene, que otro problema, es que no se prevé la fuente de financiación.
