La Confederación Sindical de Trabajadoras y Trabajadores de las Américas, en el marco del Día Internacional de la mujer afrolatina y caribeña reivindica los derechos a una vida libre de discriminación, violencia y acoso, al trabajo decente, salud, educación, participación sociopolítica y cultural para todas las mujeres afrolatinas, caribeñas y de la diáspora.
«Desde su fundación, la CSA se ha comprometido en luchar para la eliminación de toda práctica de racismo y de discriminación hacia las mujeres y por la integración sociolaboral de todas las mujeres. Reivindicamos la obligación de los Estados de garantizar los derechos de las mujeres afrodescendientes en la región, haciendo frente a las prácticas discriminatorias de las cuales son víctimas«, sentenció la declaración difundida en las últimas horas por el espacio sindical.
La confederación destacó que la desigualdad que viven las mujeres afrodescendientes en las Américas es una herencia histórica del pasado esclavista y colonial, que se mantiene en la actualidad en su componente estructural e institucional, y que se expresa en la ausencia de políticas públicas para enfrentar las desigualdades y discriminación de las que son víctimas.
Asimismo, subrayó la carencia de información estadística que permita reconocer la situación de las mujeres afrodescendientes es una muestra más de ese racismo institucional.
«La lucha antirracista y antipatriarcal debe estar en todos los espacios para avanzar hacia espacios libres de discriminación hacia las mujeres afrodescendientes, para contribuir al desarrollo con justicia social y ejercer de forma plena sus derechos», agregó el comunicado
Por ello, sostuvo también que es de suma importancia que los Estados generen políticas de igualdad, colocando los derechos humanos y la autonomía de las mujeres como eje transversal de las estrategias nacionales de desarrollo sustentable a mediano y largo plazo.
Finalmente, la organización exigió mayor compromiso por parte de los países en la región para erradicar las violencias y discriminación hacia las mujeres afrolatinas, caribeñas y de la diáspora, así como para ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el fin de lograr un mundo del trabajo libre de violencia y acoso.