En un contexto marcado por la precarización laboral y un mercado laboral informal que afecta al 74% de la Población Económicamente Activa PEA, el Frente Unitario de Trabajadores de Ecuador FUT publicó una propuesta para el Salario Básico Unificado SBU de 2025. La iniciativa busca un incremento que permita a los trabajadores acceder a condiciones de vida dignas, alineadas con las recomendaciones internacionales y las necesidades locales.
El FUT fundamenta su propuesta en disposiciones clave de la Constitución ecuatoriana y normas internacionales, como el artículo 328 de la Constitución, el cual estipula que la remuneración debe ser justa y cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias. Por su parte, el Convenio 131 de la Organización Internacional del Trabajo OIT recomienda considerar factores como el costo de vida, la seguridad social y la productividad económica para fijar los salarios mínimos.
Los datos presentados por el Observatorio del Trabajo y Pensamiento Crítico de la Universidad Central del Ecuador evidencian un mercado laboral con altos niveles de precariedad. Según el informe, solo el 22% de los trabajadores cuenta con empleos formales, mientras que el resto se encuentra en situaciones informales o inestables, con ingresos muy por debajo del SBU.
“Más del 70% de los trabajadores no cumple con los supuestos utilizados para calcular ingresos familiares”, señaló el documento, refiriéndose a metodologías oficiales que sobreestiman los ingresos y subestiman los gastos. Este desajuste, según el FUT, justifica la necesidad de incrementar el SBU para cerrar la brecha entre ingresos y el costo real de la vida.
La propuesta para 2025
El FUT, junto con la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres CEOSL, propone que el SBU de 2025 se eleve a 562,08 dólares, un incremento de 102,08 dólares respecto al salario actual de 460 dólares. Esta cifra corresponde al valor actual de la Canasta Vital, que, según el FUT, debería ser el punto de partida para garantizar condiciones de vida mínimas.
“Exigimos un salario que permita la revalorización del trabajo y asegure la satisfacción de las necesidades básicas”, afirmó José Villavicencio, presidente del FUT. Además, proponen un plan a cuatro años para reducir gradualmente la brecha entre el salario básico y la Canasta Familiar Básica, cuyo costo supera los 800 dólares en ciudades como Quito y Guayaquil.
El FUT argumenta que un incremento salarial no solo beneficiará a los trabajadores, sino que también dinamizará la economía. “El 93% de las unidades productivas en Ecuador son micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), cuya producción depende directamente de la capacidad de consumo de los trabajadores”, señaló Edwin Bedoya, presidente de CEDOCUT.
La propuesta también incluye la revisión de políticas laborales, como el Acuerdo Ministerial 054 de 2015, que establece techos salariales en el sector público, y la implementación de una política nacional de salarios que considere la inflación anual del 2%. Marcela Arellano, presidenta de CEOSL, destacó que estas medidas son esenciales para detener la migración masiva de jóvenes que buscan mejores oportunidades fuera del país debido a la falta de empleos formales y salarios competitivos.
Perspectivas y desafíos
Aunque la propuesta del FUT busca garantizar un salario digno, su implementación enfrenta retos significativos, como el acuerdo entre empleadores, trabajadores y el gobierno en un entorno económico complejo. Sin embargo, para los sindicatos, la lucha por un salario justo es una prioridad que no puede postergarse.