El sindicato United Auto Workers (UAW) ha lanzado una seria advertencia al gigante automotriz Stellantis, propietario de marcas icónicas como Jeep, Ram, Chrysler, Dodge y Fiat. La UAW ha acusado a la empresa de incumplir los compromisos asumidos en el acuerdo de negociación colectiva del año pasado, lo que podría desencadenar una huelga nacional.
Los sindicatos locales, que representan a decenas de miles de trabajadores, están preparados para presentar quejas formales por el incumplimiento, especialmente en relación con la planta de Belvidere, Illinois.
Según un comunicado de prensa emitido por el sindicato, Stellantis informó que no procederá con el lanzamiento del Belvidere Consolidated Mopar Mega Hub en 2024, no comenzará las operaciones de sellado para el Mega Hub en 2025, y no iniciará la producción de un camión mediano en Belvidere en 2027.
La UAW considera que estas decisiones violan el acuerdo colectivo alcanzado el año pasado. «Esta empresa se comprometió con los trabajadores automotrices de Stellantis en nuestro contrato sindical, y tenemos la intención de hacer cumplir ese contrato en toda su extensión», afirmó el presidente de la UAW, Shawn Fain, en el comunicado.
El sindicato también recordó que obtuvo el derecho de huelga específicamente para garantizar los compromisos de producto e inversión, así como un acuerdo para reabrir la planta de montaje de Belvidere, que se encuentra actualmente inactiva. La situación de esta planta fue un tema central en las negociaciones del año pasado, y el acuerdo para reiniciar su operación fue considerado una victoria significativa para la UAW.
El incumplimiento de estos compromisos por parte de Stellantis ha generado una fuerte respuesta por parte del sindicato, que ve en esta situación una amenaza no solo para los trabajadores de Belvidere, sino para todos los trabajadores automotrices. «Nos enfrentamos a una empresa que quiere incumplir sus compromisos e impulsar una carrera hacia el abismo a expensas del trabajador estadounidense», expresó Fain, subrayando la determinación del sindicato de defender los derechos y beneficios acordados.
La disputa entre la UAW y Stellantis pone en relieve las tensiones persistentes entre los sindicatos y las grandes automotrices, especialmente en un contexto donde los trabajadores exigen garantías de estabilidad y cumplimiento de los acuerdos.
