El Sindicato de Servidores Públicos Municipales de Belo Horizonte (Sindibel) ha expresado su oposición a la Propuesta de Modificación de la Constitución (PEC) 66/2023, que trata sobre la reforma de las pensiones para los empleados públicos de la capital de Minas Gerais. En una carta abierta y una petición, Sindibel denunció la falta de diálogo y discusión con la categoría antes de la presentación de la propuesta.
La reforma de pensiones ha sido un tema de debate en Brasil desde 2019, cuando el Congreso determinó que los estados y municipios debían decidir a nivel local cómo implementar la reforma para los funcionarios públicos. Sin embargo, el Senado aprobó el pasado lunes la PEC 66/2023 sin consultar a los servidores públicos ni a los gobiernos municipales, lo que ha generado preocupación entre los trabajadores.
Los empleados públicos señalan que la PEC incluye un artículo que equipara las reglas de pensiones de los empleados municipales a las normas nacionales, excepto en los casos donde existan reglas más estrictas.
Entre los cambios propuestos, Sindibel destaca el aumento de la edad de jubilación para las mujeres de 55 a 62 años y para los hombres de 60 a 65 años, el establecimiento de un peaje del 100% del tiempo de servicio para el retiro, y el incremento en el cálculo del promedio del 80% al 100% de las cotizaciones promedio, lo que reduciría las prestaciones para quienes ingresaron al servicio público después de diciembre de 2003.
«Cualquier discusión sobre la reforma de los Regímenes Privados de Pensiones y criterios para el retiro debe ser realizada por los propios Estados, Distrito Federal y Municipios, considerando la realidad de cada entidad, así como asegurando su autonomía y competencia legislativa, respetando el Pacto Federativo Nacional», afirmó Sindibel en su carta.
El sindicato también advierte que la propuesta es inconstitucional, argumentando que viola el pacto federativo y la autonomía legislativa de los estados y municipios. La falta de participación de los servidores públicos en la discusión de la reforma ha sido un punto de crítica central para Sindibel, que exige que cualquier cambio en las reglas de pensiones se haga de manera justa y con la debida consulta a todas las partes interesadas.