El viernes 27 de junio, trabajadores del Sistema Único de Salud (SUS) del estado de São Paulo, Brasil, aprobaron por unanimidad una huelga general que comenzará el próximo 16 de julio. La decisión fue tomada en una asamblea celebrada en la sede de la Secretaría de Salud estatal y fue impulsada por el sindicato SindSaúde-SP, afiliado a UNI Américas.
Durante la jornada, el presidente de SindSaúde-SP, Gervásio Foganholi, expresó la indignación del sector por la falta de respuesta del gobierno de São Paulo a las propuestas de negociación anual de contratos: “Es inaceptable que el Estado más rico del país deje a algunos trabajadores de la sanidad sin ningún aumento salarial, pague sólo 12 reales por jornada laboral en concepto de comida y siga privatizando todo el sistema sanitario público”.
Tras definir la fecha de la huelga, cientos de trabajadores marcharon por la emblemática Avenida Paulista, interrumpiendo el tránsito y recibiendo el apoyo de diversas organizaciones sindicales. Según reportó UNI Américas, se espera la adhesión de trabajadores de decenas de unidades de salud pública en todo el Estado, lo que podría afectar significativamente la atención médica en la región.
La huelga es una reacción directa al proceso de privatización que, denuncian, está debilitando al SUS y precarizando las condiciones laborales.
Desde UNI Américas, su directora regional Lucía Lindner expresó su respaldo a la lucha de los trabajadores: “No permitiremos que se desmantele un sistema público del que dependen millones de personas, ni que el gobierno estatal pisotee los derechos de las personas cuyo duro trabajo hace que el sistema funcione”.