En el marco de la la sesión plenaria de la 112° Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, Suiza, la delegación de trabajadores de Paraguay- encabezada por Mirtha Arias, presidenta de la CUT- evidenció la desigualdad social en su país, explicando que, a pesar del notorio crecimiento económico, las condiciones de vida de un gran porcentaje de la población no mejoran.
«Existe una ambivalencia evidente entre el crecimiento macroeconómico y las preocupaciones señaladas en la Declaración de Filadelfia», afirmó la portavoz del sector trabajador, quien además añadió que «Paraguay se ha convertido en un ejemplo regional de crecimiento, atrayendo capitales debido a su bajo costo laboral, ausencia de sindicatos e impuestos reducidos. Sin embargo, estas impresionantes cifras macroeconómicas no reflejan la verdadera situación de la mayoría de la población».
Los representantes paraguayos expusieron que este modelo de crecimiento basado en mano de obra barata y bajos impuestos ha generado un contexto social donde la pobreza aumenta junto con la informalidad laboral y los salarios son precarios.
«La mayoría de los trabajadores viven con salarios precarios, enfrentando la pérdida del poder adquisitivo. El salario mínimo se ha convertido en un techo y no en un piso, y la informalidad sigue prevaleciendo, especialmente en sectores como el comercio y el trabajo doméstico, donde los trabajadores no alcanzan siquiera el salario mínimo», denunció la sindicalista.
Preocupación por el deterioro de la democracia y la libertad sindical
Además de la situación económica, la delegación de trabajadores también expresó su preocupación por el deterioro de la democracia en Paraguay: «El parlamento refleja esta situación con un debate político pobre en contenido y los partidos políticos están totalmente desorientados, sirviendo a los poderes reales. El poder judicial permanece mudo y ciego ante el avance de grupos delictivos infiltrados en el estado, mientras que los jueces laborales enfrentan crecientes dificultades para ser justos con los trabajadores».
En cuanto a la libertad sindical, Arias evidenció que en el sector privado es casi imposible la creación de nuevos sindicatos y se encaran acciones para despedir a los dirigentes sindicales.
Fortalecimiento del diálogo social tripartito
Sin embargo, aplaudió los avances en el diálogo social tripartito que permitió, en palabras de la dirigente, un avance en la Creación del Ente regulador de la Seguridad, la instalación de la Mesa de Libertad Sindical y la Comisión Tripartita de Igualdad de Oportunidades y de Trato, así como la de Seguridad Social.
«Aun así, enfrentamos grandes desafíos. Uno de los principales retos es la propuesta del gobierno de reformar la ley de la función pública, actualmente en estudio. Además, en los próximos meses, la reforma de la seguridad social será un tema crucial que mantendrá en alerta a los trabajadores», concluyó.