Tras dos intensas jornadas de debate en Chile, las organizaciones y redes que integran la Plataforma América Latina y el Caribe Mejor Sin TLC emitieron una declaración conjunta en la que llaman a construir alternativas económicas, sociales y ambientales frente a los tratados de libre comercio e inversión. Entre los firmantes se encuentran organizaciones sindicales, campesinas, feministas, indígenas y estudiantiles que rechazan la arquitectura jurídica y política que —aseguran— “protege los intereses del capital transnacional por encima de los derechos de los pueblos y la naturaleza”.
En el documento, los movimientos denuncian que el modelo neoliberal sigue vigente, incluso bajo discursos proteccionistas como el del expresidente estadounidense Donald Trump. En ese sentido, sostienen que “las políticas arancelarias del gobierno de Trump no constituyen una ruptura con el orden neoliberal, sino una reconfiguración de los mecanismos de acumulación capitalista que mantiene intactos los privilegios corporativos”.
El pronunciamiento subraya que los tratados de libre comercio (TLC) no solo han debilitado las capacidades regulatorias de los Estados, sino que han “disciplinado a las poblaciones trabajadoras mediante la amenaza constante de relocalización, precarización y desposesión”. Según los firmantes, estas políticas han consolidado una “constitución global” favorable a las corporaciones, cuyas consecuencias directas se observan en la exclusión laboral, el extractivismo y la pérdida de derechos.
Las organizaciones sindicales fueron destacadas como actores clave para impulsar una alternativa. “Hacemos un llamado urgente a las organizaciones del continente —sean sindicales, ambientales, feministas, campesinas, de derechos humanos— a construir nuevas solidaridades políticas”, afirma la declaración. También se denunció la creciente represión y criminalización que enfrentan quienes se oponen a este modelo: “Nuestra región encabeza las cifras de defensores ambientales asesinados y desaparecidos”.
En la declaración final, la Plataforma reafirmó su compromiso con la justicia social y ambiental, y la construcción de modelos económicos basados en la solidaridad, la soberanía alimentaria, la economía social y el control comunitario de los bienes comunes. “Solo así podremos avanzar hacia un horizonte donde el comercio y la inversión estén subordinados a la reproducción de la vida”, concluye el texto.