A 40 días del inicio del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum, diversas organizaciones sociales y sindicatos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE han expresado su alarma ante el incremento en violaciones a los derechos humanos y laborales.
«La situación es grave; varios luchadores sociales han sido asesinados y vemos un aumento en la violencia laboral», afirmaron representantes sindicales.
En una reunión reciente en San Luis Potosí, sindicatos como el Sindicato Independiente de Trabajadores del Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua (SITIMTA) y el Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior (SUTIEMS), junto con más de 20 organizaciones sociales, denunciaron la creciente incertidumbre y los riesgos que enfrentan los defensores de derechos. «La represión se ha intensificado, y estamos ante un escenario de violencia laboral preocupante», declararon los organizadores del encuentro.
Entre los crímenes denunciados se encuentra la desaparición forzada de la activista Sandra Domínguez en Oaxaca y el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez en Chiapas. Asimismo, se reportaron casos de feminicidio, como el de las hermanas triquis Adriana y Virginia Ortiz García, lo cual ha evidenciado la inseguridad en la que viven los líderes sociales. «Estos crímenes son una muestra del riesgo constante que enfrentamos», indicaron los activistas.
Además, se denunciaron casos de detenciones arbitrarias, como la del indígena Tseltal y activista Juan Carlos Guillen Moreno, así como el secuestro de la dirigente Lorena Vargas Ramírez en Tamaulipas. Estas acciones han sido interpretadas como una estrategia de intimidación hacia líderes sociales y sindicales.
El profesor Pedro Hernández Morales, de la Sección 9 de la CNTE, concluyó que «es urgente que el gobierno garantice la seguridad y el respeto a los derechos de los líderes sociales y sindicales»