La Confederación Internacional del Trabajo presentó un nuevo informe que evidenció cómo el mercado laboral mundial se ha visto gravemente afectado por determinadas decisiones macroeconómicas, como, por ejemplo, el endurecimiento de las políticas monetarias, la contención salarial y la austeridad.
“Cientos de millones de personas se encuentran desempleadas, miles de millones trabajan en el ámbito de la economía informal y se calcula que 214 millones tienen empleos tan precarios que sus sueldos no les permiten salir de la pobreza extrema”, sentenció el informe.
El L20, equipo conformado por líderes de los sindicatos internacionales que busca que las perspectivas de los trabajadores de todo el mundo lleguen al G20, propuso una serie de puntos a las respectivas carteras.
En principio destaco la importancia de “abogar por políticas fiscales y monetarias que propicien una transición justa y aborden los enormes déficits de inversión en servicios públicos, protección social e infraestructura”.
Asimismo, sugiere garantizar que todos los trabajadores y trabajadoras, incluidos los trabajadores de plataformas, se beneficien de los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la OIT y dispongan de acceso a la protección social de conformidad con el Convenio 102 de la OIT sobre la seguridad social y la Recomendación 202 sobre los pisos de protección social.
Por último, el documento de la confederación aboga por una ampliación de la base contributiva de los sistemas de protección social con estrategias de formalización, la eliminación de la evasión y el fraude fiscal, una fiscalidad progresiva y un fondo mundial de protección social para los países más pobres.
