Según los datos suministrados por la Secretaría de Asuntos Laborales de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria ha sido un inicio un año complicado, con vacantes en todo el país de 20.705 horas.
En este sentido, la mayor preocupación está dada por la situación de la Educación Básica Integral (EBI), que al momento tiene 8.774 horas de clases sin docentes, lo que se traduce en miles de estudiantes que ven afectada su formación.
Para la federación, este grado de desidia responde al histórico recorte presupuestal de 151 millones de dólares en los primeros dos años de gobierno, que afecta de manera directa los cursos, con falta de docentes y grupos superpoblados.
Y, por otro lado, a la “soberbia e inoperancia de la administración”, que procedió con la elección de horas, a pesar de las constantes advertencias.
Desde el espacio sindical, advierten que la transformación educativa que promociona el Gobierno es más un plan de ajuste que pone en retroceso, docentes, estudiantes y familias lo vienen notando estas semanas.