La Confederación Sindical Internacional denunció que durante un tiroteo en Honduras, en el que murieron trece personas, se encontraban cuatro representantes sindicales: la presidenta del sindicato de trabajadores de una empresa ensambladora, Xiomar Cocas; el expresidente de ese espacio, Delmer García, y los delegados Lesther Almendarez y José Rufino Ortiz.
En su comunicado, la organización con impacto global sostuvo que este macabro hecho podría estar relacionado con las falsas versiones que circularon en los últimos días, y que vinculaban al sindicato con el anuncio del cierre de la planta textil Gildan en la ciudad de San Miguel.
Esta ciudad ha sido por mucho tiempo un punto de reacción de las bandas criminales contra los intentos del gobierno de hacer frente al crimen organizado. Sin embargo, la presidenta Xiomara Castro lanzó la operación Candado Valle de Sula dentro del plan de seguridad que «Solución Contra el Crimen y el Estado de Excepción», implementado por su Gobierno desde noviembre para lograr la recuperación de zonas controladas por las pandillas.
«Debe llevarse a cabo una investigación completa y creíble para llevar sin demora ante la justicia a los autores de esta atrocidad. Honduras tiene un historial atroz de asesinatos, intimidación y violencia contra los trabajadores y sus sindicatos, con cientos de asesinatos sin resolver desde hace varios años”, sentenció el secretario General en funciones de la CSI, Luc Triangle.
Asimismo, el dirigente agregó que las autoridades de ese país y las empresas tienen el deber de poner fin al clima de impunidad y garantizar la protección de los sindicalistas y el respeto de los derechos de los trabajadores.