En un reciente comunicado, ArcelorMittal informó que la mayoría de los trabajadores de la Sección 271 del sindicato minero mexicano SNTMMSRM rechazó las propuestas presentadas por la siderúrgica para poner fin a una huelga y los piquetes en su planta de Lázaro Cárdenas. La empresa lamentó esta decisión, calificándola como un «precedente delicado y negativo que atenta contra la certidumbre y el Estado de derecho».
“El Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral nos ha notificado que la propuesta de solución fue rechazada por la mayoría de los votos. Nos causa enorme sorpresa que los trabajadores y su sindicato permanezcan en la intención de mantener secuestradas las instalaciones y poner en riesgo su contrato colectivo de trabajo, así como su fuente laboral”, afirmó ArcelorMittal en el comunicado.
El paro y el piquete en las instalaciones de ArcelorMittal comenzaron el 24 de mayo, motivados por desacuerdos en los pagos de utilidad compartida. Esta acción sindical fue declarada ilegal por un tribunal laboral, ya que los trabajadores no cumplían con los requisitos para declarar la huelga. A pesar de esto, la paralización ha continuado.
ArcelorMittal expresó su consternación ante esta situación: “Es impensable que trabajadores y el sindicato que los representa, amparados en la ilegalidad y en absoluta impunidad, comprometan la sustentabilidad de una empresa estratégica en México en una de las actividades productivas más importantes”.
La empresa también destacó la gravedad de la situación, sugiriendo que el movimiento sindical podría estar motivado por fines ilícitos: “Y más grave aún que se amparen en el ejercicio de sus derechos colectivos para simular un movimiento legítimo que, en el fondo, lo que pretende es extorsionar a una empresa y obtener un lucro indebido”.
Las directivas de la empresa confirmaron que el 27 de mayo cubrió en tiempo y forma el pago de reparto de utilidades, superando el límite legal de los tres meses de salario con un incremento del 10% sin topes. Sin embargo, la huelga persiste, a pesar de que existen mecanismos legales para que los trabajadores expresen su inconformidad con los pagos recibidos.
“Al respecto hemos permanecido dispuestos al diálogo y a la conciliación, atendiendo puntualmente los llamados de las autoridades y con la disposición de poner en la mesa propuestas viables y razonables para procurar resolver de la mejor forma este conflicto”, declaró ArcelorMittal.
