Enviados especiales desde Ginebra — La 113.ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT volvió a colocar a Ecuador bajo los reflectores. Esta vez, por las reiteradas denuncias sobre vulneraciones a los derechos de los trabajadores, en especial a la libertad sindical y a la contratación colectiva. Desde Ginebra, los dirigentes Edwin Bedoya, presidente de la CEDOCUT, y José Villavicencio, presidente de la UGTE, alzaron la voz frente a la comunidad internacional.
Para José Villavicencio, la situación es insostenible desde hace años. “Desde 2009, varios gobiernos han venido utilizando decretos, acuerdos y mandatos constitucionales para vulnerar la contratación colectiva. Han tratado nuestros derechos como si fueran privilegios”, afirmó. Subrayó además que el congelamiento de beneficios sociales como el transporte y la alimentación, así como los topes salariales, llevan más de una década sin cambios.
El dirigente fue categórico al señalar que “no existe en nuestro país lo que significa para nosotros la libertad de contratación colectiva”. Y agregó: “Esperamos que esta conferencia logre que una comisión tripartita visite Ecuador para verificar estas violaciones”.
Edwin Bedoya coincidió en que el panorama laboral se ha deteriorado notablemente. Según explicó, tras el triunfo electoral del presidente Daniel Noboa, los despidos y la precarización se han intensificado. “Parece que los empresarios comenzaron a agudizar más los despidos intempestivos y las formas de contrato”, señaló.
Millones de personas merecen dignidad y justicia en el trabajo. Las normas internacionales del trabajo lo hacen posible. #CIT2025 pic.twitter.com/zYB3EEIlV1
— OIT (@OITnoticias) June 4, 2025
A pesar de que la Constitución ecuatoriana prohíbe la tercerización e intermediación laboral, Bedoya denunció que estas prácticas continúan con el visto bueno del Ministerio de Trabajo, particularmente en empresas transnacionales. “Hay una regresión de derechos, incluso con respecto a la normativa vigente”, advirtió.
Ambos dirigentes compartieron casos concretos que ilustran la crisis. Villavicencio reveló que “en 2024, se despidió a 40 dirigentes sindicales en un solo cantón solo por reclamar el pago de utilidades”. Y Bedoya expuso que “de los 180 compañeros con los que empezamos la organización sindical en Coca-Cola, hoy quedan 20. Han sido despedidos indiscriminadamente, muchos con enfermedades profesionales no reportadas”.
Grave denuncia contra Ecuador por violaciones sistemáticas a la libertad sindical
La relación con el gobierno tampoco muestra señales de apertura. “No hay un canal de diálogo directo con el presidente, pese a que lo hemos solicitado reiteradamente”, dijo Villavicencio. Reconoció que han existido encuentros recientes con la ministra de Trabajo, pero los calificó como un gesto estratégico previo a la conferencia: “Es como para venir a decir acá que se están haciendo cosas”.
Ambos líderes hicieron hincapié en la urgencia de una misión de la OIT que evalúe el respeto a los convenios internacionales. Además, alertaron sobre la criminalización de la actividad sindical. “Hace tres semanas balearon a un dirigente sindical municipal. Hay persecución, amenazas y un deterioro grave del derecho al trabajo”, denunció Bedoya.
Frente a este escenario, la unidad sindical se presenta como una necesidad estratégica. “El Frente Unitario agrupa a seis organizaciones. Y para nosotros es clave la unidad, la organización y la lucha. Son nuestros instrumentos para defender lo que nos queda”, concluyó Villavicencio.
