La Federación Única de Trabajadores Petroleros de Brasil, sindicato afiliado a la Central Única dos Trabalhadores, realiza asambleas en las distintas refinerías y filiales de Petrobrás, con el objetivo de aprobar el Convenio Colectivo de Trabajo entre los trabajadores y la empresa.
El nuevo convenio colectivo fue negociado con la SEST, la Secretaría de Coordinación y Gobernanza de las Empresas Estatales, organismo creado por los Gobierno de Temer y Bolsonaro, según la organización de petroleros, para impedir la negociación directa entre los trabajadores y la empresa.
Una de las principales demandas es la revocación de las resoluciones 42 y 49 del Comisión Interministerial de Gobierno Corporativo y Administración de los Intereses Empresariales de la Unión .
Según la evaluación inicial de la FUP, el apoyo al nuevo convenio colectivo ronda el 80% de los trabajadores que participan en las asambleas.
Una de las principales criticas que se le hace a la federación es no mostrar avances en el proceso de renacionalización de Petrobrás, lo cual consideran fundamental para mantener y mejorar la calidad de los empleos en las empresas.