Las medidas de paro, lideradas por la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA), comenzaron el pasado viernes 29 de noviembre y se extendieron hasta hoy lunes, en respuesta a la advertencia del gobierno de que someterá a votación el conflicto si no se alcanza un acuerdo en la mesa tripartita. Esta posible resolución ha sido calificada como perjudicial tanto para los trabajadores como para los empresarios.
“Esta decisión del Ejecutivo se presenta como una salida poco favorable tanto para los trabajadores como para los empresarios”, afirmó Martín Cardozo, presidente de FOICA, en declaraciones a la Rel UITA. Según el dirigente, una votación que considere únicamente ajustes por inflación dejaría fuera beneficios históricos como la antigüedad, el presentismo y el sustitutivo carne.
Desde julio, FOICA presentó una propuesta inicial de 15 puntos, reducida posteriormente a siete para facilitar un acercamiento con los empresarios. Sin embargo, Cardozo denunció que, en lugar de aceptar, las patronales intentaron eliminar beneficios históricos y plantearon una prórroga del convenio actual sin modificaciones hasta julio de 2025.
“Nos negamos porque creemos que es posible negociar y que, aunque hay algunas empresas que no están en su mejor momento, la gran mayoría tiene condiciones para evaluar una mejora en los beneficios de la masa obrera”, explicó Cardozo.
El dirigente denunció que los trabajadores de la industria cárnica enfrentan condiciones laborales exigentes, con ritmos intensos y factores de insalubridad, por lo que estas demandas están más que justificadas. “La riqueza que generan las empresas es gracias a los obreros, pero solo destacan el crecimiento del salario, sin mencionar el crecimiento de sus propias ganancias”, puntualizó.