En las últimas semanas, el sindicato United Auto Workers (UAW) ha presentado siete cargos separados por prácticas laborales injustas ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) contra la Universidad de Cornell. Estas denuncias se producen en medio de las negociaciones contractuales en curso, que afectan a más de 1.200 trabajadores cuyo acuerdo expiró el pasado 30 de junio. Los cargos citan varias violaciones de los derechos de los trabajadores y las leyes laborales federales por parte de la universidad.
Christine Johnson, presidenta del Local 2300 de la UAW, expresó: «Nuestros miembros son la columna vertebral de Cornell, sin embargo, la administración piensa que puede dividirnos e intimidarnos distribuyendo puntos de conversación antisindicales a los gerentes y pisoteando nuestros derechos. Estos cargos por prácticas laborales injustas son un paso necesario para mantener a Cornell bajo control. En lugar de romper nuestro sindicato, Cornell debería concentrarse en negociar un contrato discográfico sin violar la ley«.
Las acusaciones presentadas ante la NLRB incluyen represalias contra actividades sindicales, interferencia con los derechos de los trabajadores, discriminación contra miembros del sindicato y falta de negociación de buena fe.
El UAW sostiene que Cornell ha tomado represalias contra trabajadores que han participado en actividades sindicales, ha interferido ilegalmente con sus derechos a organizarse y ha tratado de manera discriminatoria a los trabajadores en función de su afiliación sindical.
Los trabajadores de Cornell exigen un acuerdo que refleje la considerable riqueza acumulada por la universidad, incluyendo salarios justos y mejores condiciones laborales. Asimismo, denuncian que la dotación de Cornell ha aumentado un 39% en los últimos cuatro años, alcanzando casi 10 mil millones de dólares, mientras que los ingresos por matrícula han subido un 13%.
Según la organización, este escenario afecta al personal mantenimiento e instalaciones, trabajadores de comedores, jardineros, conserjes y personal de transporte, quienes enfrentan una reducción en los salarios reales.