A pesar de que la Cámara de Diputados aprobó el pedido nacional de enfermería, el sector permanece movilizado para evitar que el Gobierno de Jair Bolsonaro retrase el reajuste bajo la excusa de que no hay presupuesto para pagar el reajuste.
También se sumó la presión de los empresarios de la red privada de salud y un cabildeo contra la medida de alcaldes y gobernadores. Si se veta la propuesta de un nuevo piso salarial para enfermería volvería al Congreso para ser avaluada.
Con 449 votos se manifestó el deseo del plenario de aumentar el monto a la categoría, y a la par de la tramitación del proyecto de ley, continúan las negociaciones sobre la financiación del nuevo piso de enfermería.
Además, senadores presentaron una Propuesta de Enmienda Constitucional que inserta el nuevo valor del piso salarial en la Constitución para evitar posibles cuestionamientos por falta de disposición constitucional.
El PT mencionó durante el debate, como un problema, el desfinanciamiento de la salud, iniciado por el gobierno de Michel Temer (MDB) a través del ajuste fiscal que pasó a ser conocido como Techo de Gasto.