Más de 4.000 profesionales de enfermería realizaron una protesta en Asunción el pasado 25 de junio, para exigir mejores condiciones laborales y frenar la privatización de la salud pública. La movilización, organizada por la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE) y el Frente de Unidad de Enfermería, logró compromisos concretos del gobierno que marcan un hito para el sector.
La protesta culminó con la entrega de un petitorio al Ministerio de Salud que incluía demandas clave: rechazo a la tercerización, mejoras salariales y reducción de la carga horaria. La presión surtió efecto cuando el viceministro de Economía, Felipe María González Soley, anunció la incorporación del quinto año de la Carrera Profesional en el presupuesto 2026.
Los avances incluyen una asignación de 8.200 millones de guaraníes (1.1 millones de dólares) al IPS para recategorizaciones y un aumento salarial base a 4 millones de guaraníes (540 dólares) para 800 trabajadores contratados.
«La salud es un derecho humano fundamental», declaró Nayareth Quevedo de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), quien acompañó la protesta.
La APE, que en 2020 logró la Ley de Carrera Profesional, demostró nuevamente su capacidad de incidencia en un contexto político complejo. «No hay sistema de salud sin enfermería», fue el mensaje central de la movilización que combinó protesta con propuestas concretas, incluyendo la creación de una mesa de trabajo permanente con el gobierno.