El más reciente balance del Registro General de Ocupados y Desocupados Caged en Brasil refleja un crecimiento significativo del empleo formal durante 2024. Entre enero y diciembre, se generaron 1.693.673 nuevos puestos de trabajo, lo que representa un incremento del 16,47% en comparación con el año anterior. Para la CUT Brasil hay un dato revelador que destaca la importancia de los programas sociales en este fenómeno: el 98,87% de esos empleos fueron ocupados por personas registradas en el Cadastro Único CadÚnico, con un 75,5% de los beneficiarios provenientes del programa Bolsa Família.
Este hallazgo, según el Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre MDS, contradice el argumento de que los beneficiarios de programas sociales prefieren la dependencia en lugar de buscar empleo. Francisco Menezes, consultor de Action Aid y expresidente del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Consea), manifestó al espacio que “un proceso donde los grupos de menores ingresos y más vulnerables empiezan a tener la oportunidad de ascender socialmente”. Además, resalta que Bolsa Família, lejos de generar dependencia, ha servido como una base para la emancipación económica y social de las familias.
Por otro lado, el documento aborda el estudio del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), que, en 2019, ya había señalado el impacto positivo de Bolsa Família en la economía nacional, estimando que por cada 1% del PIB invertido en el programa, la actividad económica del país crece un 1,78%.
Para demostrar el impacto social de la Bolsa Família, se puso a disposición testimonios como el de Vânia Messias, residente de Maré, en Río de Janeiro. Beneficiaria del programa en el pasado, utilizó los recursos para pagar sus estudios y, con el tiempo, logró conseguir empleo estable. Hoy trabaja como asesora social en el Centro de Referencia de Asistencia Social Nelson Mandela (CRAS) y ha devuelto la tarjeta del programa. “Me ayudó a pagar mis viajes para ir a mis clases y comprar materiales para mis cursos”, afirmó.
Desde su creación en 2003 bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, Bolsa Família ha sido un pilar en la lucha contra la pobreza y la desigualdad en Brasil. En febrero de 2025, el programa destinó R$ 13,8 mil millones para beneficiar a más de 20,55 millones de familias, con un pago promedio de R$ 671,81 por hogar. Además de garantizar ingresos, busca integrar políticas públicas que faciliten el acceso a derechos básicos como educación, salud y asistencia social.
Para la central de trabajadores, estos datos reflejan el papel de Bolsa Família no solo como un mecanismo de protección social, sino también como una vía de inclusión en el mercado laboral formal, promoviendo movilidad social y contribuyendo al desarrollo económico del país.