La Confederación Sindical de trabajadores y trabajadoras de las Américas (CSA), con tres confederaciones afiliadas en Panamá, lamentó la muerte de 30 personas, en su mayoría migrantes, que se trasladaban en un bus gestionado por el Gobierno de Panamá desde Darién hasta el albergue en Gualaca, Costa Rica.
La organización confirmó, a través de un comunicado, que viene acompañando desde mediados del año pasado la grave situación en el tránsito de personas migrantes por el corredor de Darién, así como el seguimiento de las acciones del gobierno panameño el cual debe brindarles atención humanitaria básica en la circulación por su territorio.
El gobierno de Panamá recibe en estaciones en Darién a los/las migrantes, registran sus datos biométricos y les ofrecen asistencia de salud y alimentación y luego les coordinan el traslado en este medio de transporte hacia la frontera con Costa Rica para que sigan su camino.
«Desde la CSA, nos solidarizamos con los familiares de las víctimas, y lamentamos que personas llenas de esperanzas por un porvenir en mejores condiciones de vida y trabajos dignos terminan perdiéndola tan drásticamente», agregó la misiva.
Asimismo, solicitó al gobierno de Panamá y a los gobiernos de los países de origen de las victimas que se les brinde la asistencia necesaria, sea para el traslado de los cuerpos, sea para la asistencia médica y/o el retorno a sus países naturales en el caso de las personas heridas – como corresponde, según los Convenios y tratados internacionales de derechos humanos, así como también lo han solicitado otras organizaciones y organismos internacionales.
