En una reciente entrevista con Radio Universidad de Santiago, la investigadora de Fundación SOL, Andrea Sato, destacó las complejidades y desafíos de la reforma previsional en Chile. Durante el programa Frecuencia Pública, Sato subrayó que la discusión sobre las pensiones no es nueva y recordó que desde el segundo mandato de Michelle Bachelet, el tema ha ocupado un lugar relevante en la agenda pública.
“El único cambio significativo ocurrió durante el gobierno de Piñera, y no fue una concesión gubernamental, sino una de las pocas conquistas derivadas de las protestas de 2019”, mencionó, haciendo referencia a la creación de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Según la experta, aunque la PGU representa un avance, no logra cubrir ni siquiera la línea de pobreza en hogares unipersonales, especialmente aquellos compuestos por adultos mayores. “La única forma de mejorar esto de manera inmediata, como planteaba originalmente la reforma del gobierno actual, es introducir cotización solidaria e ir desmantelando el modelo de negocio de las AFP”, afirmó.
La investigadora también cuestionó la resistencia al cambio dentro del modelo previsional chileno, señalando que las AFP han desplegado una maquinaria propagandística para reforzar la idea de que la capitalización individual es la única solución viable. “No estamos sólo hablando del poder económico de las AFP, sino también de una narrativa que han posicionado con fuerza para perpetuar su modelo”, puntualizó.
En relación con las alternativas, Sato defendió la importancia de fortalecer el concepto de solidaridad dentro del sistema de seguridad social, argumentando que es un elemento esencial para un modelo moderno y equitativo.
Asimismo, criticó la falta de contundencia por parte del progresismo en posicionar estas ideas: “La solidaridad no es una ocurrencia arbitraria, es una necesidad para construir un sistema más justo”.