Según Índice Global de Derechos, Colombia sigue siendo «el país más mortífero para trabajadores y sindicalistas, habiéndose registrado 13 asesinatos en 2021-2022«. Hubo además 6 intentos de asesinato y 99 amenazas de muerte.
Colombia hace parte de los diez peores países para las y los trabajadores junto a Bangladesh, Bielorrusia, Brasil, Egipto, Myanmar, Filipinas y Turquía, Esuatini y Guatemala. Y fue el país donde más líderes sindicales han sido asesinados en 2022.
“Colombia sigue siendo el país más mortífero para trabajadores y sindicalistas, habiéndose registrado 13 asesinatos en 2021-2022″, dice el Índice Global de Derechos laborales de la CSI.
Informe de la @ENSColombia https://t.co/A5bZPc8MHc— fecode (@fecode) July 13, 2022
El estudio, además, señala que: “Las actividades de los sindicatos se vieron además obstaculizadas dado que los empleadores vulneran regularmente el derecho a formar sindicatos y eliminan a los representantes de los trabajadores mediante despidos o no renovando sus contratos».
Además, se mencionan los asesinatos de Clemito Rengifo Salazar, afiliado a Simana (del magisterio), y de Felipe Andrés Pérez Pérez afiliado a Sinaltrainal (industria de alimentos), Seccional Envigado. Por otra parte, destaca las amenazas de las cuales fueron víctimas Julián Parra y Claudia López, trabajadores de Quironsalud.
El informe se advierte que los trabajadores y las trabajadoras viven en primera línea las repercusiones de las crisis actuales: niveles históricos de desigualdad, la emergencia climática, la pérdida de vidas y de medios de subsistencia a raíz de la pandemia, y el impacto de los conflictos.
En comunicación con el portal El País, Marcio Monzane, secretario regional de la federación de sindicatos UNI Global Union, refiriéndose al mandato de Duque, denunció que el «Gobierno no ha actuado para frenar estos crímenes, en el último año han tenido que salir al exilio trabajadores que fueron amenazados y no recibieron protección”.
El Índice Global de Derechos llama la atención sobre el papel del los Gobiernos en la reconstrucción de un nuevo contrato social, garantía de los derechos labores, empleos y salarios dignos.