Comenzó la segunda semana en la Conferencia número 111 Internacional del Trabajo: se acabaron los discursos para la tribuna y empiezan las negociaciones duras. El fin de semana pude conversar con muchos compañeros y compañeras de américa latina, en un encuentro informal que se realiza todos los primeros sábados de la Conferencia en Ferney-voltaire.
Me quedo con el convencimiento de que en todo el continente están las empresas de la energía “apretando fuerte” para quedarse con los grandes negocios de la transición energética y que, en nuestro sector, el de la alimentación, se dan muchas situaciones donde el capital internacional se va quedando con las empresas nacionales.
Es así como, con varios compañeros, se instaló la idea de tenemos que discutir más sobre la “soberanía alimentaria” porque la prioridad de nuestro trabajo debería ser la “mesa” de nuestra gente y eso me nos parece que está en riesgo.
También destaco y comparto que nos sorprendió el nivel de violencia que están denunciando mis colegas, con centenares de muertos por defender sus tierras y sus derechos en países como Colombia, El Salvador y Brasil. Quedamos atónitos que en la actualidad todavía ocurran estas situaciones, y concluimos los posibles riesgos que corremos si avanzan las políticas de los gobiernos de derecha y si estamos preparados para evitarlos, para enfrentarlos y para vencerlos.
Espero tener algunas respuestas cuando termine esta Conferencia, y ya estoy conversando con algunos compañeros para debatir los riesgos y pensar cómo defender y mejorar nuestros derechos; con estrategias que superan las barreras de los distintos países.
