El pronunciamiento destacó que no solo se han debilitado las capacidades regulatorias de los Estados, sino que han “disciplinado a las poblaciones trabajadoras mediante la amenaza constante de relocalización, precarización y desposesión”.
Hughes advirtió que, si no se detiene la situación actual, "en el futuro va a ser peor", mencionando la imposición de proyectos mineros y la posibilidad de establecer bases militares en el país.