Mientras la multinacional suiza celebra sus 100 años ininterrumpidos en Brasil, los trabajadores de varias plantas enfrentan recortes de cupones de alimentos en medio del aumento sostenido de los precios causado por la pandemia.
En su fábrica de chocolate en Vila Velha en el estado de Espírito Santo, la compañía planea recortar a la mitad los beneficios de los cupones de alimentos. Está emblemática produce los famosos Garotos, una marca popular adquirida por Nestlé en 2001.
También se efectuaron recortes en dos unidades de chocolate y productos lácteos en Feira de Santana, en el estado de Bahía, al noreste del país. En noviembre pasado, la compañía redujo la participación en las ganancias y redujo a la mitad el valor de los boletos de comida para más de 600 empleados. En esta misma planta el año pasado despidieron a cien empleados.
El contexto para tomar estas medidas es más que inoportuno, ya que se registran aumentos sostenidos de los precios de los alimentos. El precio del arroz y los frijoles, que constituyen la dieta básica de la mayoría de los brasileños, subió 76% y 45% respectivamente en 2020. Otros productos esenciales, como la carne, el aceite de cocina y el azúcar, aumentaron en los últimos meses.
“Esto afecta principalmente al trabajador de la planta, que gana menos y que constituye la mayoría de la plantilla. Preocupados por la posibilidad de despidos, tuvimos que aceptar la propuesta de la empresa”, dijo Eduardo Sodré, director del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación Sindialimentação, al portal Diario del Centro del Mundo.
Por su parte, Linda Morais, presidenta del sindicato local afirmó: “Que esto suceda durante la situación de la pandemia de Covid-19 es realmente indignante. Resistiremos e incluso haremos huelga, si es necesario”.
Si bien Nestlé Brasil es una sola empresa, las negociaciones laborales se llevan a cabo a nivel regional con diferentes sindicatos, fábrica por fábrica. El recorte de los beneficios alimentarios fue parte de una negociación ante el intento de despedir a 200 trabajadores en Sao Paulo donde la empresa concentra la mitad de sus trabajadores en el país.
“Con el país enfrentando un aumento constante del desempleo, no teníamos alternativa”, explica Artur Júnior, vicepresidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines (CNTA Afins). La entidad representa a varios de los sindicatos que negocian con la empresa.
