El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó el pasado 26 de junio su compromiso con la política de aumento del salario mínimo y descartó cualquier posibilidad de desvincular las pensiones del salario mínimo.
En una entrevista con el Portal Uol, Lula subrayó que no considera el aumento salarial como un gasto, sino como una necesidad fundamental para asegurar la dignidad de los trabajadores.
«La palabra salario mínimo es el salario mínimo que una persona necesita para sobrevivir. Si pienso que voy a resolver el problema de la economía brasileña exprimiendo el mínimo, estoy deshonrado, no voy al cielo, estaría en el purgatorio», argumentó Lula. El mandatario enfatizó en la importancia de garantizar que todos los ciudadanos puedan vivir con dignidad, promoviendo una distribución equitativa de los recursos.
El presidente también resaltó la necesidad de equilibrar los intereses empresariales con el bienestar de los trabajadores, haciendo referencia a la filosofía del empresario estadounidense Henry Ford. «Quiero que el empresario obtenga beneficios, pero quiero que tenga cabeza, como la que tenía Henry Ford cuando dijo: ‘Quiero que mis trabajadores ganen bien para que puedan comprar los productos que fabrican’. Si esta filosofía predominara en la mente de todos, este país sería maravilloso», añadió Lula.
La ministra de Planificación y Presupuesto, Simone Tebet, indicó en una audiencia pública en el Congreso Nacional que el gobierno está revisando el gasto y discutiendo internamente la posibilidad de «modernizar» los vínculos entre las prestaciones laborales y de seguridad social no relacionadas con la jubilación. Esto incluye la prestación de pago continuo (BPC), el bono salarial y el seguro de desempleo.
A pesar de estas revisiones, Lula fue categórico en su entrevista al afirmar que mantendrá la política de aumento del salario mínimo mientras sea presidente. Para él, esta política es esencial para la distribución de la riqueza del país.
Mantenimiento del Ajuste Anual del Salario Mínimo
La política actual de ajuste del salario mínimo prevé un aumento anual basado en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) más la variación positiva del Producto Interno Bruto (PIB) de dos años antes. En caso de que el PIB no presente crecimiento real, el ajuste solo considerará el INPC.
Lula reiteró su compromiso con esta política, destacando que es un mecanismo crucial para asegurar la justicia económica y la distribución equitativa de la riqueza en Brasil. Su enfoque se mantiene firme en garantizar que el salario mínimo y las pensiones continúen siendo un pilar esencial del bienestar social en el país.
